No quería dejar que pasara este
mes de octubre sin desempolvar mi querido blog, abandonado entre las telarañas
de Halloween y mis ajetreadas jornadas laborales. El tema que me aborda desde
hace tiempo es la facilidad que tenemos los seres humanos, robotizados y mimetizados
en la rutina diaria, de dejar de pensar por nosotros mismos, sí, de dejar de
pensar por nosotros mismos.
Cada día me siento más
identificada con la novela “1984” de George Orwell, me da la sensación de que la
vida pasa por delante de nosotros como una película que vemos sentados en el
cine, donde nos cuentan lo que ha sucedido en el mundo mientras ejecutamos
nuestro trabajo como máquinas sin plantearnos lo que nos entra por nuestros
sentidos. Nos quedamos sentados en el sitio numerado que nos asignan en la
entrada del cine y nos dedicamos a recibir información como meros espectadores.
Nos cuentan por ejemplo que el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos deroga la doctrina Parot y nos lo creemos todo, no
levantamos la cabeza por encima del asiento de delante y metemos el ojo entre
los dos asientos delanteros para plantearnos más allá, para plantearnos hasta
qué punto todo el guión de la película vendida bajo el taquillero título “El
Fin de ETA” estaba ya grabado y distribuido con actores, con extras y con
nosotros de espectadores.
Eso sí… la película no la tocamos
pero ¡ay! como nos quejamos de todo, nos quejamos de la ineficacia de la
justicia, de lo cara que es la luz, de la gasolina, de nuestro novio, de
nuestro amigo, del perro…. de todo.
Y así la queja junto con la
envidia luchan por ser el deporte nacional porque somos muy comodones y mientras
estamos sentados en nuestra butaca, queremos que nos dejen ver la película sin
molestarnos y además, por supuesto, miramos al de la derecha y al de la
izquierda a ver cómo van vestidos, a ver qué le están contando al de al lado y
nos sentimos entusiasmados de poder darle un codazo a la vecina para poder decirle
“mira esa, qué sombrero lleva”.
Pero… ¿y lo bien que le queda? ¡ENVIDIOSOS :)!
Lo peor de todo esto es que nunca
hacemos nada, nos quejamos impasibles mientras vemos como la vida pasa echando
la culpa al gobierno, al país, a la nación… y claro que tienen la culpa de la
situación que estamos viviendo, pero más culpa tenemos nosotros que seguimos
sentados en nuestro asiento de segunda fila mirando, peleándonos entre nosotros
por si unos se separan o no y lo peor de todo: votándoles.
My fellow Americans,
ask not what your country can do for you, ask what you can do for your country.
J.F. Kennedy
genial articulo pero olvidas los dos golazos del aleti esta noche!! jaja
ResponderEliminarEn serio! solo recuerdo ese dicho antigo de "las encuentas no te dicen lo que la sociedad piensa sino lo que la gente ha de pensar"!