Translate

domingo, 22 de julio de 2012

JUNK LOVE

Os confieso que cada vez leo con más desasosiego las noticias que atañen a la economía de este querido país, y sobre todo, las imágenes que cada vez me recuerdan más a la plaza sintagma de Atenas. Estoy empezando a plantearme en serio la posibilidad de coger las maletas y emigrar far away como lo hicieron muchos españoles en la época de la posguerra. Sobre todo también por la apatía y la falta de interés con la que veo que la gente de mi edad aborda la realidad que les circunda: les da todo absolutamente igual siempre y cuando puedan pillarse una buena borrachera y echarse un buen f***... y es que… ¿en qué hemos convertido al alcohol y al sexo?

El otro día leí en un artículo desde que el sexo se convirtió en algo fácil de conseguir, el amor se convirtió en algo difícil de obtener. Y efectivamente si nos damos cuenta así es, el sexo, se ha convertido en el elemento saciador del hambre humana, de nuestras inquietudes, necesidades y carencias más ocultas. Igualmente, el alcohol actúa como inhibidor de los problemas y los miedos humanos, nos ayuda a olvidar los malos ratos semanales mientras nos desinhibimos con cualquier amor de barra.

Y ello conlleva la desnaturalización absoluta del amor, el amor de repente se convierte en una hamburguesa de un restaurante de fast food  ¿Qué sucede cuando llevas al límite las necesidades humanas y usas el sexo y el alcohol como arma cotidiana? exactamente lo mismo que cuando vas al Mc Donalds y te pides una Big Mac con patatas grandes y bebida grande cuando te estás muriendo de hambre: de primeras te sientes la persona más feliz del mundo por estar metiéndote todos esos hidratos de carbono engrasados que te producen un subidón de energía y de saciedad. Pero, ¿qué ocurre a las cinco de la tarde? Que te estás muriendo de nuevo de hambre.

Y sucede que mujeres guapas, inteligentes con una carrera profesional más que prometedora chocan en el día a día con almas en constante búsqueda de una saciedad que jamás les va a llegar. Chocan todos los días con hombres que ya no sólo no hacen ningún tipo de esfuerzo por cortejar o llegar a algún tipo de atracción, sino que directamente te ofrecen tomar el postre de la cena llegando a llamarte egoísta si te niegas a acceder a un postre desconocido, así de buenas a primeras, sin primer plato, sin segundo, sin una copita de vino….

En fin, vivimos en una sociedad que nos exige llevarlo todo al límite, a hacer todo en seguida, a huír, y fundamentalmente, nos obliga a no aceptarnos a nosotros mismos, a no aceptar que nos hacemos mayores, que hombres y mujeres de “ta y tantos” no pueden seguir emborrachándose en la discoteca como si tuvieran veinte años y no pueden seguir aferrándose a la juventud cubriendo sus canas bajo polos de El Ganso combinados con deportivas Converse.

Pero seamos positivos... quizás en lugar de tanta junk food y junk love, deberíamos empezar a centrarnos en otras alternativas como el sushi y todas sus variedades... a por el sushi ;)!!

I love you without knowing how, or when, or from where. I love you simply, without problems or pride: I love you in this way because I do not know any other way of loving but this, in which there is no I or you.

Pablo Neruda