Translate

domingo, 1 de octubre de 2017

Parlem? Hablamos?


No me gustan las banderas. No me gusta dividir, ni lavar el cerebro para dividir -tanto en un sentido como en otro-. Sobre todo, no me gusta que se utilice a los niños como instrumento político de todo esto en manifestaciones, marchas ni caceloradas. Los niños están para aprender, jugar y disfrutar de su infancia y los adultos deberíamos tener el compromiso de educar niños libres de pensamiento -tanto político como religioso como de todo tipo- que sean capaces cuando lleguen a la edad adulta de pensar y razonar por sí mismos, con lo que a ellos les gusta, con lo que ellos quieren.

Me gustaría inventar un país global, con la mente abierta y la capacidad de reconocer la manipulación tanto política como mediática a la que nos están sometiendo en el día a día. Nada es como nos lo quieren representar, ni unos son tan malos ni tan violentos, ni otros tan fanáticos y tan radicales. Hagamos el esfuerzo de ver las cosas desde fuera, y darnos cuenta de la patética imagen de sociedad que estamos dando a nuestro futuro. 

Pero eso es precisamente lo que quieren...y lo que nosotros obedientemente les estamos dando a ambas partes, politicos casposos y ocultadores de arcas putrefacientes que arengan a la sociedad a movilizarse mientras ellos disfrutan felizmente cada mes de unos sueldos astronómicos.

Por favor no dejemos que en pleno 2017 se nos llene la boca de argumentos de una época que muchos de nosotros -afortunadamente- no hemos vivido, son argumentos que huelen a naftalina, ranciedad y decadencia. Hagamos el esfuerzo de mirar siempre hacia delante y crear un futuro global, con niños libres de pensamiento y adultos conscientes de esta manipulación.

Viva la diversidad, viva la multiculturalidad y el multilingüismo que nos ha traido hasta aquí y que nos debería- si queremos-llevar a una sociedad global evolucionada; luchemos por ello por favor.

Parlem? Hablamos? Graciès, gracias.

We are only as strong as we are united, as weak as we are divided.


J.K. Rowling

lunes, 20 de marzo de 2017

Buddhas de pegatina

Os confieso que de un tiempo a esta parte mi excepticismo va in crescendo con esta oleada de Buddhas del nuevo milenio que impregna nuestras redes sociales: 

LinkedIn se llena de "CEO´s", "Entrepreneurs" y "Coach" ante la atenta mirada del resto de humanos que observamos - no sin cierto desgaire- como nuestro muro se llena de blogs, mensajes, fotografías de atardeceres, y forwardeos de todo tipo animándonos a lo mismo: empezar de nuevo, vivir intensamente, cumplir nuestros sueños, abandonar la silla de la oficina y montarnos un chiringuito de smoothies (orgánicos, of course) en Pernambuco. 

"Vengo de un origen humilde y lo deje todo por cumplir mis sueños" OMG qué bien, me parece genial, pero ¿A que yo no te lleno el muro de mensajes con lo feliz que soy cuando me compro fresas de las que te venden en esta época más baratas en el supermercado porque se van a poner malas? ¿A que no te cuento que mi sueño es vivir rodeada de fresas y lo feliz que soy con tantas cosas mundanas de mi día a día?

Lo mejor de estos nuevos Buddhas es que están convencidos de obrar en poder de la verdad absoluta, te cuentan recetas de cómo vivir, cómo trabajar, cómo emprender tu negocio, cómo sonreír, cómo hacer esto, cómo hacer lo otro.... de repente todo el mundo sabe de todo y la pregunta es: ¿Qué pasa que nosotros solitos no sabemos gestionar nuestra propia vida? ¿Ha de venir el salvador del siglo XXI a contarnos qué hacer, qué comer, qué respirar y qué todo?

Y te preguntan... te inquieren, ¿No tienes ideas? ¿No te apetece montar tu propio negocio? ¿Ser tu propio jefe? Hell yeah guapo/a pero quizás -amor mío- no estoy en ese momento de mi vida/mi cuenta bancaria no me lo permite en este momento o por qué no: soy feliz trabajando por cuenta ajena. De repente trabajar por cuenta ajena entra en el concepto de looser y ya no eres nadie si no vas adoctrinando al personal.

Vaya por delante mi más fiel admiración y respeto por todos aquellos que se tiran a la piscina sin tener un buen respaldo en todos los ámbitos de la vida -tanto laboral como personal-pero mi post de hoy va dirigido a la plaga de nuevos Buddhas de palo que parece haberse puesto de moda entre los millennials de esta vida moderna. 

Queridos Buddhas de pegatina: agradecemos enormemente vuestros esfuerzos ímprobos por mejorar el mundo, tan carente de líderes de verdad, pero ahora en serio, aparte de dejaros de seguir en las redes sociales, gracias por dejarnos de adoctrinar... os aseguro que saldremos solitos de esta :).

To know thyself is the beginning of wisdom

Sócrates