Translate

martes, 21 de julio de 2015

Tinto de verano

El otro día me senté en una terraza barcelonesa y como buena madrileña de pro, se me ocurrió pedir un tinto de verano.

El camarero mezcla de guiri de procedencia desconocida y con acento más desconocido aún, me miró con estupefacción y dijo en un castellano macarrónico: ¿tinto de qué?
Entonces pensé: ya está el camarero guiri al que no le han enseñado ni una noción de castellano y sacando el mejor de mis acentos Made in Madrid pero con aspiraciones de ser Made in USA, le espeté: I want something called Tinto de Verano which is red wine with soda/sprite and sugar. Do you know it?
Ante la mayor pasividad de su faz, descubrí que ni siquiera debía de hablar en inglés, así que me planteé dos opciones: (i) empezar a hablar en toda la retahíla de idiomas que me he molestado en aprender en la escuela oficial de idiomas en estos 30 años o (ii) pedirle una caña/cerveza y que se marchara tan feliz el muchacho.
Pero resulta que yo quería mi tinto de verano, así que me armé de paciencia y decidí hablarle en castellano para dummies (leer muy despacito): “Quiero vino tinto y sprite todo junto en un vaso, con azúcar y hielos” (mi mano acompañaba el mensaje para que entendiera que todo en conjunto formaba mi deseo).
En ningún momento se molestó en intentar que algún compañero le ayudara o ver de qué manera podía buscar un recurso para atender mi petición, pero dijo que sí, que entendido y al cabo de un tiempo prudencial volvió con una copa tipo Cosmopolitan (el tinto de verano más glamuroso que he probado en mi vida) que he de decir, contenía, vino mezclado con una especie de gaseosa, por tanto, objetivo medio conseguido.
Al pobre chico le di amablemente las gracias pero la moraleja es muy clara: ya ni un camarero de un hotel de cinco estrellas hace el esfuerzo ni mueve el trasero por descubrir como satisfacer a sus clientes.
Y esto me hizo reflexionar que nos estamos convirtiendo en robots incapaces de esforzarnos ni luchar por lo que de verdad nos interesa. Vivimos en una época en la que todo está al alcance de un click en el Iphone, en pocos segundos tenemos todo lo que queremos: comida, bebida, viajes, amigos, potenciales parejas… y el problema es que esa facilidad y esa oportunidad de elegir a nuestro alrededor nos hace acomodarnos, rendirnos y frustrarnos ante la primera desavenencia porque estamos acostumbrados a tenerlo todo a mano, hemos convertido a nuestro teléfono en nuestro amigo y confidente, nuestra arma, nuestra compañía...
Pero la metáfora de lo ocurrido me pareció muy aplicable a la vida real: si te apetece tinto de verano go for it, lucha, esfuérzate y lo conseguirás y muy importante: si no te quieres conformar con el tinto de verano Don Simón como rezaba aquel anuncio, ¡no te conformes! Aunque sea más difícil de conseguir sigue buscando el tinto que sacie tu sed J. ¡Feliz verano!

If the wind will not serve, take to the oars.
Proverbio Latino

lunes, 29 de diciembre de 2014

Champagne, uvas y alquitrán

El 2014 da los últimos coletazos mientras muchos de nosotros, entre resfriado y resfriado, hacemos una reflexión de todos los aprendizajes de este año, porque si hay algo que he aprendido en este 2014 es que no hay fracasos sino aprendizajes continuos.

Una de las reflexiones a las que he llegado en estos 365 días es que la mayor fuente de infelicidad y frustración es tener las expectativas altas e idealizadas hacia la realidad que nos circunda. Ni la vida, ni el amor, ni los trabajos, ni los amigos son como en las películas ni como queremos que sean.
En cuanto a la idealización del amor, me llama mucho la atención observar que existen muchas personas que están convencidas de que existe un príncipe o una princesita azul en algún lugar de la faz de la tierra que les va a hacer sentir algo que no han sentido con nadie nunca jamás, una chispa, un estallido hormonal, un volcán de emociones que les va a dejar K.O. y les va a hacer darse cuenta de que esa persona es “the one”. A ver… Pretty Woman y el Diario de Noah son mentira. Sí, mentira.
Y por el contrario, hay personas que se empeñan en continuar saliendo con parejas infructuosas que no les aportan nada y comparten años de su vida con ellas simplemente por el hecho de no estar solos o porque creen que les convienen o porque les gusta su posición económica.  Estos últimos son como esa señora de la cola de Ryanair que se empeña en meter su maleta en la caja de hierro azul y por mucho que las azafatas le indiquen que no cabe, ella, ataviada con sus gafas y su outfit años 80 erre que erre no descansa hasta que consigue que la maleta se deforme dentro de la cajita y claro…luego no la puede sacar. Pues muchas personas igual, se empeñan en continuar saliendo con gente que no cabe ni por asomo en su cajita de hierro y pasa lo que pasa: infidelidades, rupturas y divorcios.
Como dice mi amigo Utri, si estás esperando a tu pareja y al verla no sientes la emoción que se siente en la cinta de equipaje del aeropuerto cuando sale tu maleta… empieza a plantearte si esa persona te gusta de verdad.
Y es que estamos ansiosos de conocer personas que nos puedan parecer interesantes pero por irónico que parezca, aunque cada vez tenemos más medios, cada vez estamos más lejos los unos de los otros: a través de whatsapp no podemos llegar a la personas, por whatsapp no podemos ver gestos, tono de voz, entorno, circunstancias... se nos escapa información constante y cada vez nos es más difícil acercarnos a los demás ¿Es esto lo que estamos buscando? 
Y con estas pinceladas de reflexiones os deseo un muy feliz 2015 lleno de cosas buenas, novedades, viajes, experimentos y risas, muchas risas.  

[…] Y a ver si espabilamos los que estamos vivos
Y en el año que viene nos reímos

Mecano

miércoles, 1 de octubre de 2014

F***!I am turning 30!!


Nobody said turning 30 was easy...actually I have to admit I am approaching my birthday with a jumble of feelings :) but in order to stay true to my mantra of turning 30 with no fluff I need to share some of the many great things turning 30 means to me:

First of all, our culture's obsession with turning 30 as a marker of achievements is a total and complete fairy tale: how many of you own your own place by 30? How many of you are married and have children? Thanks to the movies we have tacked an unreasonable amount of significance to this age but why all the whining? What if you are turning 30 and live hand-to-mouth? Get over it, no one (not even film directors) has the right to set up what 30 year old grownups have to do.

Secondly, I have learnt I am my most valuable asset...yes. The best investment anyone can make is in oneself: take care of yourself and do what you love whether it is bunge-jumping, spinning or just sitting on the sofa as a coach potato: do it and after having invested time in yourself you will realize how stupid you were in your twenties when you thought you were wasting your time.

Thirdly, I was educated on the basis of working towards a goal and I am forever thankful to my parents for this, thankful for not receiving gifts until I had proved I deserved them and thankful because I learnt how to focus on important things. Plus, when you earn something it feels awesomely good!

Fourthly, I have learnt that you can have crushes on many men....yeah haha and friends, lovers and acquaintances come into your life but if relationships are not beneficial to both parties, it is not worth your time. If someone likes you or loves you they will show it but if you need to chase them for their friendship or for their love...it isn't really worth the time- move on!

Lastly, I have learnt to say no and to set boundaries: you won't believe how happy you feel when you do not go to that crappy party someone's hosting on the other side of the city just because you don't feel like it: jeeez, absolute happiness!

So this is it! To many years to come, to celebrate and to share with you guys: cheers to 30!!!

"Be yourself, everyone is already taken" Oscar Wilde

jueves, 12 de junio de 2014

Me enamoré de tus imperfecciones


Vivimos en un mundo muy rápido. Vamos y venimos a los sitios como el conejo blanco de Alicia en el País de las Maravillas pero ahora mirando el móvil con el whatsapp y las redes sociales en lugar de al famoso reloj.

 
Vivimos en un mundo que demanda que seamos perfectos tanto a nivel físico como a nivel mental. Tenemos que ser guapos, tener unos cuerpos diez y unas capacidades mentales inmejorables, tener buenos puestos de trabajo y una relación de pareja con un mini-yo o doble-yo igualmente perfecto. Todo tiene que salir impecable aquí y ahora, no hay lugar para las equivocaciones y si no conseguimos nuestros objetivos nos frustramos y derrumbamos.

 
Soy la primera que me he pasado 29 años luchando conmigo misma por ser perfecta en todo, perfecta en mi trabajo, perfecta en mi vida social, perfecta en mis relaciones… y exigía lo mismo de los seres que me rodeaban, de mis amigos, de mis compañeros.
 
Pero me he dado cuenta de que la perfección es demasiado aburrida, no me atrae, no me satisface… me atraen más las personas de verdad, con granos, con celulitis, me atraen equipos como el Atleti que ha conseguido sus victorias este año a base de esfuerzo y no a base de talonario, me atraen los Pablo Motos con su altura y su barba de duendecillo o incluso los pelos de maruja de la millonaria señora Thyssen en todo evento que se precie.

 
Por tanto bienvenidas a mi vida las personas naturales, sin conservantes ni colorantes, sin clichés, bienvenidos todos aquellos que no escondéis vuestras emociones, que reís, que lloráis, que cantáis, que lucís alegremente con crop tops de H&M vuestros tummies, que no sentís vergüenza por el qué dirán y en definitiva… ¡bienvenidas personas imperfectas!

 
“'Cause all of me
Loves all of you
Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections”
John Legend- All of me.
 
Special thanks to my always friend M, for being the source of inspiration for this article.
 

martes, 4 de febrero de 2014

¿Empezamos a movernos?


Hace poco vi en una red social la diferencia entre un jefe y un líder. Si alguno de vosotros ha estado trabajando en una empresa española sabréis perfectamente lo que es un mal jefe, sus virtudes, defectos, aptitudes y como no, ineptitudes.

Un mal jefe intenta imponer su autoridad, culpa ante el error, no enseña a sus trabajadores, se lleva los méritos sin felicitar a sus súbditos, ordena y manda.

La comunicación con un mal jefe es nula porque es incapaz de transmitir lo que desea o si es capaz, prefiere no comunicarlo porque siempre estará el miedo a “no vaya a ser que me pise”, ese miedo tan tremendo que tienen los jefes españoles al talento, no vaya a ser que enseñen bien a un trabajador y un día les quite su maravilloso trono, triste pero cierto.

Nuestra cultura promueve la proliferación de seres que, curtiéndose de su propia incompetencia, se convierten en caciques de su departamento/sección/empresa etc. Cuando digo nuestra cultura, hago referencia a nuestro propio sistema político donde, como ha quedado evidenciado, da igual que sean azules, rojos o verdes, la única varita de medición que les lleva al poder son sus maravillosos apellidos, sus contactos o su flamante cuenta bancaria.

Así, la mediocridad se convierte en el día a día de muchas de nuestras empresas donde personas que no tienen capacidad para gestionar un equipo, no tienen liderazgo y sobre todo no tienen conocimientos suficientes cómo para estar en esa posición, ocupan cargos con sueldos desorbitados en relación con sus (in)competencias.

Sabéis que me encanta generalizar y estoy generalizando, por supuesto hay personas valiosísimas y grandes líderes en las empresas españolas, si no, no existiría ni Inditex, ni Mango, ni Desigual, ni Repsol, etc.

Pero también están los anuncios de Campofrío y de las cervezas que nos intentan recordar como los españoles somos capaces de cambiar el mundo con unas cañas/copas en la mano… Todo eso está perfecto y así es, tenemos una cultura distinta, especial, somos alegres, honestos, disfrutamos de la vida y el “furbol” nos vuelve locos, pero también deberíamos mirarnos menos en el espejo y en lugar de ser tan espectadores, despertarnos y empezar a hablar en alto, a decir nuestra opinión sin miedo, a decirles a los malos jefes lo que tengamos que decirles y lo mismo a los directores de empresas, políticos o banqueros de turno que hemos permitido y permitimos que se apoltronen en sus posiciones. Si no luchamos nosotros mismos por defender nuestros derechos, nadie va a luchar por nosotros ¿empezamos a movernos?

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo […]
Mario Benedetti

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Me olvidé de vivir

Han pasado ya muchos capítulos del libro titulado 2013 y tras muchas aventuras y desventuras, alegrías y tristezas, hemos llegado al capítulo XII: el desenlace final.

Durante estos doce capítulos hemos tenido oportunidad de conocer muchas personas, algunas más interesantes que otras, hemos reído, cantado, llorado y también –porqué no- pataleado, pero gracias a todas esas experiencias, hemos aprendido y podemos decir que somos un poco distintos de libro en libro, de año en año.

Aún así, tengo la sensación de que la rapidez con la que parece que hay que vivir cada uno de nuestros libros (fast food, fast love, fast everything…) nos hace olvidarnos de lo único que nos debería importar: i) que estamos vivos ii) que tenemos salud y iii) que tenemos personas a nuestro alrededor que nos quieren y nos apoyan.

Metidos en el trajín del día a día nos obsesionamos con que no tenemos esto, no tenemos lo otro, nos preocupamos de prejuicios autolimitantes, que si Fulanito va a pensar tal, que si Menganito me va a decir cuál y como la canción de Julio Iglesias… nos olvidamos de vivir.

Nos olvidamos de nuestra esencia, de nuestra naturaleza, caemos en roles victimistas en los que el mundo tiene la culpa de lo que nos sucede y no asumimos que somos los dueños de nuestros actos y de nuestra vida. I am the master of my fate I am the captain of my soul como dijo Henley.

Y sucede que no vivimos en el presente, sino en el pasado y en el futuro. Vivimos en constante agonía porque nos aferramos a cosas, amores y situaciones que tuvieron lugar en libros pasados y ansiamos constantemente que lleguen las cosas, las situaciones y los amores que creemos están por llegar.

Propongo para que el libro 2014 sea un best seller, en primer lugar cerrar todos aquellos capítulos del libro 2013 que nos hayamos dejado abiertos o sin leer por completo y en segundo lugar, en cada uno de los capítulos del 2014 hacer un esfuerzo por dar importancia a las cosas que realmente la tienen: un abrazo, una sonrisa, una ilusión, el mar, la montaña…la vida.

Feliz Navidad y feliz best seller 2014.


Happiness is a conscious choice, not an automatic response~ Mildred Barthel~

jueves, 31 de octubre de 2013

What we see from the cheap seats

No quería dejar que pasara este mes de octubre sin desempolvar mi querido blog, abandonado entre las telarañas de Halloween y mis ajetreadas jornadas laborales. El tema que me aborda desde hace tiempo es la facilidad que tenemos los seres humanos, robotizados y mimetizados en la rutina diaria, de dejar de pensar por nosotros mismos, sí, de dejar de pensar por nosotros mismos.

Cada día me siento más identificada con la novela “1984” de George Orwell, me da la sensación de que la vida pasa por delante de nosotros como una película que vemos sentados en el cine, donde nos cuentan lo que ha sucedido en el mundo mientras ejecutamos nuestro trabajo como máquinas sin plantearnos lo que nos entra por nuestros sentidos. Nos quedamos sentados en el sitio numerado que nos asignan en la entrada del cine y nos dedicamos a recibir información como meros espectadores.

Nos cuentan por ejemplo que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos deroga la doctrina Parot y nos lo creemos todo, no levantamos la cabeza por encima del asiento de delante y metemos el ojo entre los dos asientos delanteros para plantearnos más allá, para plantearnos hasta qué punto todo el guión de la película vendida bajo el taquillero título “El Fin de ETA” estaba ya grabado y distribuido con actores, con extras y con nosotros de espectadores.

Eso sí… la película no la tocamos pero ¡ay! como nos quejamos de todo, nos quejamos de la ineficacia de la justicia, de lo cara que es la luz, de la gasolina, de nuestro novio, de nuestro amigo, del perro…. de todo.

Y así la queja junto con la envidia luchan por ser el deporte nacional porque somos muy comodones y mientras estamos sentados en nuestra butaca, queremos que nos dejen ver la película sin molestarnos y además, por supuesto, miramos al de la derecha y al de la izquierda a ver cómo van vestidos, a ver qué le están contando al de al lado y nos sentimos entusiasmados de poder darle un codazo a la vecina para poder decirle “mira esa, qué sombrero lleva”.

Pero… ¿y lo bien que le queda? ¡ENVIDIOSOS :)!

Lo peor de todo esto es que nunca hacemos nada, nos quejamos impasibles mientras vemos como la vida pasa echando la culpa al gobierno, al país, a la nación… y claro que tienen la culpa de la situación que estamos viviendo, pero más culpa tenemos nosotros que seguimos sentados en nuestro asiento de segunda fila mirando, peleándonos entre nosotros por si unos se separan o no y lo peor de todo: votándoles.


My fellow Americans, ask not what your country can do for you, ask what you can do for your country.

J.F. Kennedy